“MAMÁ DÍGALES ANTES QUE LE DIGAN”
Por José L. Tavárez Henríquez*
Siempre se ha dicho que el PRD es bueno en la oposición, porque pone en aprietos a los gobiernos que enfrenta. Esa efectividad que se le atribuye depende en gran medida de su robusta presencia en los medios generadores de opinión pública, la agresividad de sus líderes y su desenfado para difundir rumores o denunciar situaciones sin el aporte de pruebas.
Esa laxitud ética le resulta muy conveniente dado que le permite denunciar y acusar sin reparar en la objetividad de cuanto dicen, desviar la atención de temas indeseados y le concede licencia para retorcer los hechos o atribuir a otros sus propias fallas.
Para avalar estas consideraciones bastaría con observar los ejes sobre los cuales gira la campaña del candidato perredeísta. Lo primero que salta a la vista es la profusa denuncia frente a la ausencia de propuestas. Para el MVP nada anda bien en el país, pero no dice cómo procedería él, si llegara a la presidencia.
El PRD y su candidato están conscientes de ciertas debilidades que merman su posibilidad de éxito electoral. Empezando con el propio perfil personal de Vargas Maldonado a quien se le ve más como un empresario rico y sobre cuya fortuna penden serios cuestionamientos tanto en el país como fuera de éste. (Cf. Diario El Mundo, Madrid, 20/10/06, Clave Digital (varias ediciones en Octubre de 2006) y Editorial de la Zeta 101).
Para responder a esta vulnerabilidad del candidato, el PRD intenta presentarlo como un hombre de éxito, eficiente en los negocios y ejemplo para quienes quieren progresar. Como se ve, intentan convertir en fortaleza lo que realmente es un pesado lastre en la carrera de Vargas Maldonado.
En su intento por minimizar las debilidades de su oferta electoral, y de ser posible convertirlas en fortalezas, el partido blanco sabe que deberá lidiar con la valoración negativa de su administración, que penosamente concluyó en Agosto de 2004. El Desastre económico (quiebra de bancos y otras empresas, devaluación monetaria, inflación desbordada, pérdida de 1 millón 200 mil empleos, etc.) está fresco en la memoria de muchos dominicanos.
Cargar con este fardo de impopularidad, sin quedar aplastado por su peso, requiere de mucha valentía y un poco de maquillaje sobre el pudor, para seguir pareciendo blanco en lugar de otro color. Pero la moral perredeísta es lo suficientemente elástica para resistir los tirones de la realidad.
Armados de esta coraza (cachaza dirían algunos), se han atrevido a referirse al empleo como oferta de campaña. Stickers y vallas con la palabra empleo han sido colocados por todo el país, contrastando con el hecho irrefutable de que en la gestión donde el MVP fue funcionario de primer orden se perdieron 1 millón 200 mil puestos de trabajo. Consciente de esta situación, el PRD lanza su campaña usando la vieja táctica que se expresa en el dicho popular: “Mamá dígales antes que le digan”.
Inspirados en este propósito de crear confusión en torno al origen de nuestros problemas actuales, el equipo económico apuesta a que la opinión pública gire en torno al salario de Valdez Albizu, uno de los artífices de la recuperación económica del país. Promoviendo ese affaire intentan matar dos palomas con un tiro: Desprestigiar una figura clave en el éxito de esta gestión y tirar una cortina de humo sobre los actores del desastre económicos en la pasada gestión y asesores actuales del MVP.
Otra punta de lanza en la campaña perredeísta es la delincuencia e inseguridad ciudadana. Estos males, heredados de la gestión encabezada por el presidente Mejía, fueron potenciados por el deterioro de las condiciones de vida de la gente y la desmoralización de las fuerzas del orden. En este último aspecto cabe mencionar la politización de los mandos castrenses y los escándalos de droga o corrupción que tuvieron su nivel crítico alrededor del caso Quirino y la acusación de corrupción contra Pepe Goico.
La más reciente embestida del PRD contra Leonel y el PLD lo constituye el supuesto préstamo de 130 millones, que no es tal, sin el aval del Congreso. Otra vez “mamá dígales antes que le digan”, es decir, critiquemos la política de endeudamiento del actual gobierno para que no nos recuerden que endeudamos al país como no lo había hecho ningún gobierno desde la fundación de la República.
La estrategia del candidato perredeísta, que procura convertir debilidades en fuerzas, tendrá éxito o terminará en fracaso dependiendo del grado de madurez del pueblo dominicano, su capacidad de memoria y de la estrategia con que responda el candidato del Partido de la Liberación Dominicana. Mayo se acerca y ya veremos como concluye este proceso.
* El autor es Filósofo, Psicólogo y Profesor universitario. jotatavarez@yahoo.com
lunes, 27 de octubre de 2008
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