¿IGUAL QUE LLEGÓ MIGUEL?
Por José Tavárez*
Con pegajosa bachata y rítmico reguetón se promociona a Miguel Vargas Maldonado como candidato presidencial. En su propaganda se presenta al hombre de éxito, paradigma para aquellos que desean progresar: “con él yo llegaré hasta lo alto de la cima y triunfaré… igual que llegó Miguel”.
Hasta ahí todo parece bonito y seductor, el problema empieza cuando termina el spot, porque inconscientemente surge la pregunta ¿Y cómo llegó Miguel? ¿Cómo fue que este hombre sin abolengo ni cuna de oro llegó a ser uno de los hombres más ricos del país? Esta pregunta no tendría tanta relevancia si se tratara de un ciudadano común, pero estamos hablando de alguien que aspira a ser presidente de la república por uno de los partidos más grandes del país.
La pregunta sobre el cómo se hizo rico el Ing. Vargas Maldonado cobra relevancia a la luz de recientes declaraciones del propio equipo de campaña del PRD que busca presentarlo como un “exitoso hombre de negocios que, solo el año pasado pagó 200 millones de pesos al fisco. Se sabía que el MVP tenía dinero, pero sorprende que fuera tanto.
Las dudas sobre el origen de la fortuna de Vargas comenzaron a airearse durante la campaña interna del PRD cuando periódicos nacionales e internacionales dieron a conocer vínculos comerciales del candidato con elementos perseguidos por corrupción en España. En ese sentido se citan las publicaciones realizadas por Clave Digital en octubre del año pasado donde, entre otras cosas se dice: “El aspirante a la nominación presidencial por el PRD guarda relación con Carlos Sánchez, con Andrés Liétor y con Ignacio Coronado, implicados en hechos ilícitos que están en investigación en España”
Durante este escarceo, no suficientemente aclarado por el candidato perredeísta, salieron a la luz varios negocios que podrían cuestionar la moral del aspirante presidencial. Estas informaciones trascendieron las fronteras del país, cuando el 20 de octubre de 2006 el diario El Mundo, de Madrid, publicó un amplio reportaje sobre la República Dominicana como receptora del dinero malversado en Marbella. En este diario se afirma que “según un informe de la lucha contra el blanqueo, Carlos Sánchez y sus socios tienen negocios millonarios en la República Dominicana, y que el protector, socio y conseguidor de Carlos Sánchez en la República Dominicana es Miguel Vargas Maldonado”.
Las dimensiones de esta denuncia provocó que la influyente estación de radio Z101 editorializara en la misma fecha pidiendo a Miguel Vargas Maldonado, que “explicara detalladamente sus vínculos con el caso Marbella y con las operaciones de compra del Hotel Hispaniola y el edificio que hoy aloja a la Dirección General de Aduanas”.
Para la sorpresa de muchos, Miguel no emprendió procesos legales contra estos medios que cuestionaban su moral y ponían al descubierto medios ilícitos para hacer fortuna. Dice el dicho que el que calla otorga, y en estos casos denunciados por la prensa nacional y extranjera su reacción ha sido más que tímida. Es posible que los asesores del candidato perredeísta hayan apostado al olvido, dejando que el tema muriera sepultado por nuevos acontecimientos. Esta estrategia pierde efectividad con el spot actual porque una vez más pone sobre el tapete la discusión de cómo llegó Miguel.
El hecho de que Miguel hiciera dinero con los negocios no es relevante por sí mismo, de todos modos se sabe que tradicionalmente el comercio ha sido la principal fuente de riqueza, el problema estaría si esos negocios implicaran sociedades con individuos mafiosos, tráfico de influencias y conflictos de intereses.
Dadas estas circunstancias, y mientras existan dudas razonables sobre la eticidad del cómo llegó Miguel, esta campaña del MVP lleva el germen de su propia debilidad, al menos que supongamos al dominicano como alguien que acepta por buena y válida cualquier forma de hacerse rico.
* El autor es Filósofo, Psicólogo y Profesor Universitario.
lunes, 27 de octubre de 2008
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