martes, 28 de octubre de 2008

Del Mismo Peso que la Sombra




Del mismo peso que la sombra

VENTANA I

Imagen diluida, caminante
alguien de paso siempre a ningún lado
hoja amarilla vencida por el viento
ave rara sin tiempo y sin espacio.

Algo como la brisa vagabunda
que despeina la hierba y los rosales
un aliento de nardos para nadie
donde solo el ocio deviene necesario.

Un pelotón de voces que se estorban
el grito destrozado entre las rejas
y donde corrieron la vida y los motivos
hay solo un nombre tendido en los escombros.

La nada es el resumen de la historia
cosas del mismo peso que la sombra
sueños que sueñan bajo su propio espacio
donde a veces ni duele la esperanza.



Una Hoja Seca


El viento dejó en mis manos una hoja seca
de piel quebradiza y francamente triste
eso, una hoja seca en mitad del tiempo
definitivamente seca y para siempre.

Tiempo hubo sin embargo
cuando el rocío se dormía en su espalda
las mariposas reposaban en su alfombra verde
y las raíces se asomaban para ver el viento.

Más aun, mucho tiempo atrás
la hoja estuvo en los umbrales de lo verde
era una del brote y como el brote
del color de una tarde que se duerme.

Tal vez antes del ámbar de los brotes
fue tan sólo un proyecto, la semilla
una vocación creciente en la llovizna
el ente que despuntaba sigiloso.

Y antes de todos los antes de ese tiempo
esta hoja desprendida de la vida
quizá fue parte de la infinitud pensante
o un amor que aleteaba en algún lado.


Sucede a veces

Sucede a veces, algo te duele tan adentro
entonces te detienes en eso que te duele
y quieres llorar a espaldas de testigos.

Tú sabes que los motivos son enormes
en el alma se amotinan las heridas viejas
los surcos dolorosos de otros tiempos.

Los amigos muertos o exiliados
el más grande amor siempre perdido
la madre que a veces duele en algún lado.

Lloras, lloras... y el motivo te parece claro
pero tus ríos interiores se desbordan
el recuerdo es un pretexto necesario
y retoñan las penas milenarias.


Bajo Los Ecos De La Guerra

Pienso en ti, bajo estos ecos de la guerra
siento que la muerte no será la norma siempre
aunque nos sea preciso interrogar una rosa
y asir su tallo con fuerza para sangrar un poco.

Ellos cabalgan sobre el sinsentido
levantan polvoreda en el desierto
ordenan el silencio de las aves.
Los pájaros asustados enmudecen
y el rumor de la sangre llena todo.

Por eso pienso en ti amante de la paz
con el brazo extendido sobre el surco
con el cuerpo salobre de fatiga
y la esperanza raída sobre el cuerpo.

Te imagino respirando más allá del mundo
con ese olor de frutas tropicales
destellos luminosos de sonrisas
y trazos de esperanza sobre el sexo.



Por Ventanas De Orégano y Cerveza


En el corazón joven de la noche
tengo la estatura de un extraño
las mesas me miran sin malicia
y tras el humo indeciso del cigarro
el parroquiano me parece innecesario.

Afuera está el mar, lo imagino espumoso
pero no lo veo ni me huele a nada
los autos pasan más allá del cristal
y con sus ojos dan vida al asfalto
herido por las sombras y el acecho.

Cerca crece un niño en la mirada
la historia se le escurre entre las piernas
la copa se ha sentado frente a mí
y algo se cuece en un lugar cercano
a ritmo de cacerolas y sazones.

Una porción del mundo me agrede en el instinto
aniquila mi vuelo en sus cimientos
bloqueado queda el puente hasta tu nombre
y el aliento se escapa del poema
por ventanas de orégano y cerveza.



Desde Mi Espacio Incierto

Esta noche se duerme tan serena
pero, ¿quién sabe?
alguien se suicida en este instante
otros emergen del orgasmo sudorosos
y una ventana es violada en el silencio.

No los veo, y sin embargo
florecen los borrachos en las calles
los cigarros hundiéndose en las manos.
Ella es tan tierna desde el sueño
y la luna se escapa del encierro.

El devenir se teje indiferente
un niño podría existir o no
en colchas vaporosas extraviado
o acunado en el frío de la noche.

Nadie existe o perece para nadie
ente y espacio podrían ser inciertos
como el hueco de la ventana donde miro
y anónimos andantes de algún lado.

Con La Risa Cautiva En Las Fronteras

Cualquier noche llueve sobre la ciudad
y las calles son ríos luminosos
donde los autos dejan su estela transitoria
y el peatón se disuelve a pocos pasos.

Cualquier noche o cualquier día
en un instante breve o en horas infinitas
llueve en la ciudad o entre las lomas
o simplemente se percibe el tedio.

Está en los techos la lluvia detenida
el aire enrarecido en cada espacio
el discurso que fluye hacia el silencio
y eterno entre los dedos, el cigarro.

Se instala el tedio en ese instante
los sueños ceden su espacio poco a poco
es el trajín del tiempo sin sentido
que cosifica el aire y los motivos.

Las flores están tan lejos de nosotros
que su olor se diluye en la distancia
la risa queda cautiva en las fronteras
y la nada es el todo de los hombres.


Solo el Llanto

El hombre miró al cielo
el humo entorpeció sus pasos
trepo por el sueño lentamente
y miró desde lo alto la tristeza.

Anduvo a tientas sobre el lomo de la tarde
tropezó a ratos con raíces de la lluvia
sintió humedad corriendo por su espalda
y siguió sin rumbo siempre andando.

Le sangraban los pies y el pensamiento
la llovizna era roja en los tejados
las ondas del olvido se expandían
y del hombre trascendía solo el llanto.


VENTANA II


Ahí están esas vainas

Ahí están esas vainas resecas de la acacia
parece que nada tienen en común con nosotros
ellas desnudan su risa al pasar el viento
la nuestra va de luto hace algún tiempo.



Nostalgia

Cuando fui una hoja verde
me alimentaba con la savia fresca
no lo supe entonces, sin embargo
era verdemente feliz en ese instante.

Pero el árbol se olvidó de mi
su savia corrió hacia hojas nuevas
lo amarillo se durmió en mi espalda
y una tarde la brisa me llevó en sus alas.

Con cabriolas torpes inventé un camino
y quedé a sus pies disimulada
envidiando sus copas danzarinas
anhelando el retorno hasta sus ramas.


El Grito De La Sangre Nos Convoca


Debo escribir algo, para ti supongo
aunque no estás, según parece
lo denuncian los muebles de la casa
y ese algo que me duele en algún lado.

Podría callarlo todo si quisiera
ninguna ley reclama mis palabras
y mi albedrío duerme sereno sobre el prado.
Es preciso escribir, así lo siento
al menos para mí, y para ti supongo.

En todo caso nada habrá de oficial
serán solo sonidos contra nada
imágenes sonoras marginales
brotes tan prescindibles como el llanto
creciendo en un costado del descuido.

Deberé apostarlo todo a la inocencia
pues, si la malicia hiriera mis palabras
ventilaría mis iras y las tuyas
relataría la historia y sus testigos
encendería la disputa ya extinguida.

Porque el mutismo deviene lo certero
aguardaré en la gruta del discurso
y anidaré un poema en el silencio
con palabras redimidas del enfado
y sin rastro de sangre en las sandalias.

Esas palabras arrancadas del pasado
se ceñirán como laureles a tu frente
deshojarán rosas amarillas a tu paso
y condensarán la estatura de tu nombre
sobre el viento inventado del recuerdo.


Se impone discurrir dejando las alcobas
obviando lo tangible por completo
mirar cauteloso lo oscuro de las cosas
y excavar heroísmos del fracaso
a costa del olvidar el propio nombre.

Tú conoces bien cada motivo
soy predecible como las estaciones
pendo indefenso del pasado
como pende la araña de su urdimbre
y eres tú el testigo ineludible.

Nacimos por la herida sangrante de la historia
conocimos el plomo caliente todavía
nos bebimos el llanto propio y de los otros
salvando nuestra cuota del hastío
y pastoreando la pena en nuestra hacienda.

Estuvimos justo en el lugar previsto
para ver el viento humillar los rosales
el crujir de las estaciones ya gastadas
y tejer con lágrimas los sueños
pasando por carriles virginales.

Nos es común un trozo del camino
algo hay de nosotros en cada mariposa
la concha del mundo nos alberga
y el grito de la sangre nos convoca
a una espera infinita bajo el tiempo.


Sobre La Mesa De Los Sueños

Un hastío de flores en el suelo
tiradas de bruces sobre el polvo
extraviadas del rumbo de la vida
y sin nada que mueva su retorno
duermen como mi amor en el olvido.

El fruto quedó atrapado allí
sin alcanzar las puertas del sentido
como algo que quiere ser desde lo hondo
y aplastado bajo el peso de una estrella
se hunde en la espesura del abismo.

Más allá de ese mar de flores muertas
se atrinchera el pretexto necesario
un pecado inconcluso a que se aspira
y la sangre caliente que se escurre
del grito dormido al filo de una espada.

Está cerca y lejano de las manos
helado en los repliegues del sendero
mojado en el instinto más remoto
y se sorprende en el instante insospechado
que hierve en los tejidos del deseo.

En las flores dormidas va mi grito
como apuesta por levantarse desde el polvo
madurar bajo el influjo de la savia
y como fruto pleno, disputado
rodar sobre la mesa de los sueños.


Con El Pecho Lleno De Claveles

Mientras los ruiseñores quebraban el cristal del día
en tu alma nació la palabra distancia
y te fuiste volando como el viento.

El quedaba nadando en el olvido
esperando por ti seguramente
sin embargo no regresarías,
eso creías entonces
y lo seguiste pensando en el encierro.

Pero ¡cuánto lo quisiste a diario!
hasta el día de hundirle el mental en la garganta
su pecho estaba lleno de claveles
eran para ti según pensaste
porque lo amaste tanto en ese instante
que era preciso no perderlo
sus raíces crecían en tu alma
tan profundas como el rastro del acero.

Luego de años regresaste
y ya no había claveles en su cuerpo
sólo su aroma impregnaba todo
y su huella reciente en cada cosa
sus zapatos llenaban los rincones
las telarañas eran su voz hecha materia
estuviste más segura entonces
no se iría jamás, lo amabas tanto
que el sería tú sombra para siempre.


Gracias Amor Por No Quererme


Gracias amor por no quererme tanto,
mejor aún, por el silencio de tus manos.

Si me quisieras tanto, tanto, tanto
que tus manos anudaran ternuras en mi espalda
y tus besos corrieran con sed hacia mis labios
yo sería tu siervo inexorable.

Por eso es que te quiero así tan silenciosa
tan gris como el clasificado de los diarios
mi amor navega libremente por tus aguas
le permites servirse el trago acostumbrado
quitarse el calzado y la camisa
en fin, suplirse a mano propia las faltas cotidianas.

Así, si te quiero es solo por eso
mañana, si te vas, serás tan generosa
que no dejarás huellas de tristeza.
Mis cicatrices no serán tu culpa
ni habrá oquedad doliente por tu ausencia.

Amaré el feminismo en tus detalles
tu pelo siempre al descuido impredecible
tus gavetas ausentes de colores.
También querré tu acento campesino
tu sexo bañado en aguas inocentes
y su fin maternal ineluctable.

Gracias amor por no quererme tanto
por tu imparcial disfrute de las cosas
por no fijar frontera al albedrío
por no quererme tanto como quiero
y dejarme así, como sin dueño.

Bajo Un Tropel De Trinos

En tu lugar creció frondosa la soledad
ensanchó su tronco sin fronteras
y en sus ramas de la estatura del insonnio
miles de pájaros se deshacían en llanto.

Entonces esperé la madurez del tiempo
su paso disipó el eco de su risa
la lluvia hizo lodo el polvo de su huella
luego soñé bajo un tropel de trinos.

En mi sueño la lluvia fue un torrente
los árboles se hundieron poco a poco
las aves dolientes volaron sin destino
y el ramaje podrido se desplomó en silencio.

Ahora despierto y veo caer la lluvia
los árboles son grises en la distancia
alguien cruza la calle en este instante
sonrío, pero algo me duele en algún lado.


Inventario

Hoy se nos acaba el tiempo
todo fue tan fugaz
no hubo espacio para los sueños.

Solo ha quedado eso:
una vaga estela luminosa
un par de lágrimas.

Nos quedaron más de veinte rostros
un manojo de sonrisas
y quizás una esperanza.


Tiempo Desnudo

Emigrada por fin la última garza
todo el tiempo me quedó en las manos
sin ninguna forma, derramado
sin atributo alguno, sólo el tiempo.

El espacio se ha ido con las garzas
el día fue arrancado desde el alba
se llevaron los árboles y calles
y barrieron la estela de los astros.

Tiempo desnudo y sin fronteras
ni vestigios quedaron de las cosas
la sangre es la unidad del tiempo
increcendo constante de un latido.

Minutos afiliados hundiéndose en el alma
más allá de las horas sucumben los motivos
tu imagen misma se disuelve
y se agotan los últimos testigos.

Desde ahora y para siempre
no habrá destino para los recuerdos
apagado estará el faro en tus dominios
y debajo del tiempo solo niebla.



VENTANA III


TRINOS

Los pájaros saltan en las ramas
se hacen libertad en cada trino
tus manos recogen los trinos desprendidos
y vuelan libremente con las mías.


Mujer

Cuando la ternura dejó de ser palabra
fue mujer dormida sobre espumas
y anduvo descalza por la playa
recogiendo estrellas extraviadas.

Mujer definitiva, para siempre
en mitad del viento con sus hojas
sobre el humo disperso de las calles
entre el ruido y la calma de las cosas.

Mujer en espirales infinitas
con almendras dormidas en el rostro
con la vida presente en todas partes
y la gracia situada en algún lado.

Mujer, eco detrás de las fronteras
espacio a la imaginación posible
voz derramada y fresca como lluvia
y un signo que la nombra, la ternura.


Vocación de coral

Si fuese un coral del fondo marino
alzaría mis ojos cubiertos de espumas
buscaría con ellos tu mirar de estrellas
y retendría sal para ungir tu cuerpo.

Si fuese un coral del fondo marino
dejaría entrar peces fugitivos
abriría grietas a los calamares
y juntaría nubes para armar tu sombra.

Dejaría volar mi voz a tu puerta
cargada de sales entraría a tu casa
llevándote algas y estrellas de mar.

Con besos de espumas sobre tus cabellos
bajaría con prisa por todo tu cuerpo
y diría tu nombre tendido en la arena.


PARA BEBERSE EL SOL A TRAGOS LARGOS


Debiera cantar junto a la fuente
mezclar mi voz con el agua fresca
desafiar a las aves de los bellos cantos
ha llegado el día de pastorear sueños

Quiero beberme el sol a tragos largos,
llenarme de luz sobre las calzadas
pintar el tiempo de colores vivos
ser un arco iris allá en la montaña

Hoy todo mi cuerpo es un gran oído
oigo los tambores cabalgar veloces
un rumor de las olas impone ternura
un corazón loco se pierde en las voces.


FRENTE AL MAR


Aquí frente al mar pensando en tus manos
las olas acercándose hasta mí
son mil brazos marinos extendidos
devolviendo la vida a los corales.

La tarde está naciendo en la bahía
el yodo se pasea por la brisa
estoy pensando en ti, en tu ternura
tu nombre es un reflejo en la distancia.

Debo pensar en ti mi bienamada
donde las olas son como tus labios
húmedos de vida para el beso
o multitud de brazos ondulados
ciñendo con espumas mis arenas
y mi mano desnuda te dibuja.


MOTIVO DE ESTOS VERSOS

Yo sé que eres el motivo de estos versos
aunque hable de una ola en el mar lejano
una ola fosforescente donde la luna tiembla
y se esconde después entre la arena.

En lugar de estos versos debe estar tu nombre
porque eres como una sucesión de olas
que mueren en mi playa a cada instante
y vuelven a brillar bajo mis lunas.

A veces despierto con estrellas de mar entre las manos
con algas marinas enredadas en el pelo
los bolsillos repletos de arena y caracoles
la mirada acuosa y rastros de sal entre los labios.

Ciertas noches camino contigo sin saberlo
te oigo respirar y crece el eco de tus pasos
vas ocupando el sitio de mis sueños
y floreciendo en mis instintos más remotos.


PROYECTO DE VERSOS PARA UN AMOR SITUADO

Cuando su verso toque a la ventana
esta tarde, o quizá al caer la noche
le responderá tan solo el silencio
y creerá sin duda que su amor ha muerto.

Nadie podría entender entonces
que late el amor bajo todo el hielo
un ave dormida hasta la mañana
un ruiseñor mudo entre los barrotes.

La estrofa se aplasta en la depresión
neurotransmisores anuncian su muerte
pero el verso sigue velando su sueño.

Un reto a la tristeza neuroquímica
porque tras las fronteras de la noche
la ternura se esconde y él lo sabe.


MAS ALLA DE SUS MANOS

Fácil es amar sus labios tiernos
recoger de sus ojos la ternura
anudar el cariño a su cintura
cosechar el misterio de sus manos.

Es la excelsitud del ser humano
una corriente veloz en la cañada
canto del ruiseñor de madrugada
brisa montez corriendo por el llano.

Como la flor cubierta de rocío
mariposa flotando sobre el viento
amor que cambia el curso de los ríos.

Calor cercano para ahuyentar el frío
hace saltar el corazón contento
al presentir que morirá el hastío.


TU NOMBRE SE IMPONE CONTRA TODO

Bajo escombros de cotidianidad tremenda
más allá de la ineludible cercanía
en mitad del universo compartido
hay un amor insospechado y fresco.

Las ondas expansivas del barullo
La asechanza del tedio impenitente
el rugir del sinsentido galopante
dejan intacto un te quiero en mis dominios.

Tu nombre se impone contra todo
a pesar de las nubes del silencio
de mi paso torpe por tu espacio
y la costra del mundo que me embota.


NACIDA EN ENERO PARA SIEMPRE

En algún lugar del mundo habría nieve
gente caminando bajo abrigos grises
aves amorradas en las ramas desnudas
y niños tiritando al desamparo.

Bajos las alas extendidas del invierno
la vida seguía fluyendo sin embargo
las parturientas sembraban de llanto la esperanza
y la savia de trenes nutría las estaciones.

Aunque era invierno en todas partes
el trópico se aburría de verde, como siempre
los ruiseñores dormían de trinos los naranjos
y las flores se recostaban contra el viento.

Entre tanto nacías en enero para siempre,
los fusiles florecían en la sierra
el temor de los tiranos se extendía
y un proyecto de pan parecía cierto.

Nacías en enero, como he dicho
una espiga cubierta de rocío
con las manos repletas de luceros
y la gracia ceñida a la cintura.


COMO EL AGUA

Eres un río de caudal profundo
con la vida besando las orillas
coronada con multitud de espumas
majestuosa en el discurrir, serena.

Eres como la lluvia en primavera
fresca, empapada de rosas, perfumada
su cadencia sigue el curso de tus huellas
fértil como tu voz de compañera.

Como el mar hecho pedazos en la arena
frágil como la sal en los corales
tu vida se hace beso en la gaviota.

Eres profunda detrás de tus fronteras
más allá de las costas de ternuras
tus manos tejen alas y esperanzas.



PARA SEGUIR ANDANDO

Aunque bregue con lo duro de estas horas
y me asalte artero el desencanto
siento el deber de andar
y pienso en tí
para seguir andando.


CANTO PARA EL HOMBRE QUE NO CUENTA

Cuando eras posibilidad apenas
la palabra casabe se extendía sobre los burenes
el fresco de los bosques llenaba los bohíos
y el olor a pescado flotaba en las cocinas.

Tú no habías nacido del todo
y esta era una isla casi verde
casi virgen
casi buena
y totalmente nuestra y de los nuestros.

Ahora que te miro ahí, encorvado
con el cuello ceñido de piedrecitas negras
con el cristo agónico sobre el castillaje
pienso que antes no existías.

Sólo había bandadas de pájaros sin dueño
y el mar yéndose siempre y regresando
la gente olía, como huelen los árboles
y los caminos eran cicatrices recientes.

Te veo apoyado en el cabo de la azada
mientras tu sombra te mira desde el polvo
es una imagen quebrada sobre el surco
y más triste que tú, aunque no creas.

No sospechabas que estarías ahí
pero, si alzas los ojos para mirar conmigo
tropezaremos con el génesis todavía caliente
y la inocencia andando sin calzados

Todo se hizo después que ellos vinieron
le vimos calzar la isla con sus botas
humillar las caobas centenarias
hacer brotar el oro de grietas vergonzosas
y ahuyentar los cemíes protectores.

Ellos escribieron la historia que conoces
como sabes, la escribieron con sangre
luego se marcharon con el botín del huerto
dejándonos un hueco donde estuvo la isla.

Pasó hace mucho, tu azada no existía para entonces
por donde se fueron las olas perecieron
un olor a algas corrompidas los devolvió a su casa
dejando tras de sí un camino estéril.

Por esa senda después vinieron otros
y por la misma ruta luego los de ahora
entre todos se acabaron de llevar el hueco
y nos dejaron, como ves, casi sin nada.

A ti, por ejemplo ¿qué te han dejando?
sólo la azada donde ahora reposas la barbilla
harapos desteñidos por el agua salobre
y la sombra quebrada sobre el surco.

Ahora, cuando te veo así, tan inocente
pienso en los bucaneros de ayer tarde
en el Faro a Colón de esta mañana
y la mente no me alcanza para pensar más lejos

Ellos, los de antes y los de ahora
pretenden no saber que estás aquí
con la mirada perdida sobre el suelo
como si pensaras en algo trascendente
o te comieras el cabo de la azada.

Ahora, cuando te veo así, tan vulnerable
me entran ganas de estar en tu cabeza
abrirme paso entre tus pensamientos
y recorrer tu historia palmo a palmo.

Ahora que te veo así, tan triste
quisiera imaginarte sonriendo
con el azul llenando tu mirada
y sobre el azul, una gaviota.



RASTRO DE UN SUEÑO

Voy siguiendo el rastro de ese sueño
su olor a lluvia me orienta en el espacio
alma adentro venciendo la fatiga
discurro sigiloso como el viento.

Abro las cortinas del llanto envejecido
y cruzo el eco detenido de mil voces
llego al silencio rotundo y misterioso
donde su nombre es una huella fresca.

Presiento la orilla aunque lejana
donde el sueño deambula por el bosque
se envuelve en el canto de los grillos
y se duerme en el limo de los ríos.

Presiento la orilla, ahora más cerca
los cristales de luz hieren mis pasos
en las costas del alma la sangre se detiene
y más allá de todo languidece el sueño.


EN EL ESPEJO DE MIS OJOS FIJOS

Detente ante mi puerta
ave rara de plumaje extraño
cruza el espejo de mis ojos fijos
y asiéntate en un lugar del alma.

En una estación cualquiera
busca mi nombre oculto en los escombros
desentierra las huellas de sus pasos
y tiéndete a la sombra del recuerdo.

No hallarás un río tumultuoso
solo cuencas vacías y lechos pedregosos
peces de bronce dormidos en los andenes
y aves zancudas por siempre detenidas.


UN CAMINO PARA EL SUEÑO

Ascendiste por el humo de la tarde
ahora estás ahí
justo detrás del ventanal
llenando con tus pasos los templos del silencio.

Atrás quedaba el rastro de tu sombra
herida abierta al flujo del perfume
senda de polvo tejida por el viento
huella imprecisa del vuelo de tus manos.

Más allá, se alza tu reino sobre el agua
en la vasta llanura de las sombras
donde no hay palabra que te nombre
ni espejo que detenga tu mirada.

Dormida a la sombra de una estrella
mecida en las espumas del recuerdo
donde el sabor de sal se desvanece
y azules son las alas de la ausencia.

Estás ahí seguramente
en el lugar que se sustrae al tiempo
más allá de esa niebla del deseo
inventando un camino para el sueño.


CUANDO UN NOMBRE DUELE

Por ventanas de otoño vi escapar las hojas
árboles enteros y sus raíces
infinidad de pájaros huraños
y alguna mariposa de colores.

El universo se escapaba todo
el mar se deshacía en surtidores
un pañuelo agitado por el viento
y la tierra fue luego polvo estéril.

Quedaban solo ventanas del otoño
y un hueco desmedido ante mis ojos
trozos de hielo rodando por mis venas
y un nombre me dolía en algún lado.



HUESOS SOBRE EL PRADO

Un grillo se oculta en la maleza
su canto abre grietas en la sombra
calla luego, y para siempre
la noche sangra por el hueco de su canto.

El hombre emerge de la senda insospechada
lleva en sus ojos despojos de tinieblas
los pies ahogados por brotes de rocío
y con restos de alma entre las manos.

Más allá, el horizonte detiene la distancia
las palomas manchan el alba con sus alas
y el hombre, ante la urgencia del llamado
ha olvidado sus huesos sobre el prado.


LA ROSA INTACTA


Tiempo, mucho tiempo atrás
tal vez en el origen mismo
así como al descuido
deshojé una rosa en la corriente.

Como a vagones perezosos llevados por la inercia
vi a los pétalos rodar por el torrente
y jamás hubo otra flor entre mis manos.

Corazón polvoriento y el alma despojada
han rodado por años incontables
pero esta noche precisa y milagrosa
bajo el puente olvidado del recuerdo
va pasando serena aquella rosa.

2 comentarios:

risito dijo...

Bonita poesia, GRACIAS POR NO QUERERME nos recuerda lo triste que es cuando se ama y no te aman como realmente uno quiere.

Anónimo dijo...

Me encanta la poesia... puedo ver el impacto del pasado. Siempre me inspiraste a escribir. Si la vida fuera ideal, viviera una vida llena de arte y fantasia, pero la vida real no es asi! Talves un dia pueda tener el tiempo y la inspiracion otra vez