lunes, 23 de enero de 2017

ARTICULO: MÁS ALLÁ DE LA MARCHA DEL DOMINGO 22 DE ENERO

MÁS ALLÁ DE LA MARCHA DEL DOMINGO 22 DE ENERO José L. Tavárez H. Este domingo 22 de enero está convocada la “Gran marcha contra la corrupción y la impunidad”. La idea original de esta actividad fue planteada por el Dr. Ricardo Nieves y secundada por otros comunicadores de “El gobierno de la tarde”, popular programa de la emisora Z101. La propuesta de Nieves ha sido acogida con entusiasmo por diversos grupos populares y políticos de oposición, pero también por peledeístas disgustados y ciudadanos independientes. Coincide además con los escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelta Odebrecht, empresa brasileña acusada de soborno en varias partes del mundo. Con el entusiasmo popular que ha concitado y apoyo mediático de la poderosa Z101 el éxito de la actividad está garantizado. Los hechos que se denuncian, aunque nos recuerden otras historias de corrupción, no dejan de afectar la imagen pública y popularidad del gobierno, el PLD y del propio presidente de la república. Ante mucha gente estos actores se presentan como compromisarios con actos de corrupción y propiciadores de impunidad. En la vida “todo obra para bien” y “lo que no te mata te fortalece”. Estas protestas a las que algunos pretenden sacar capital político pueden ser de grandes beneficios para el país, el gobierno y el propio PLD. No es posible que sigamos indiferentes a la corrupción que permea toda la vida nacional, desde los grandes empresarios hasta el policía de tránsito, pasando por las diversas esferas del poder. Por otro lado, no es correcto mantener un discurso dual y falto de sinceridad ante problemas de vieja data que solo sacamos a pasear de forma sesgada y coyuntural. Definitivamente se trata de revertir la cultura permisiva y de vista gorda en que nos refugiamos cuando vemos la posibilidad de sacar alguna ventaja a la opacidad imperante en el ámbito público y privado. ¡Ojo con la Z y algunos de sus comentaristas! En el caso particular del Partido de la Liberación Dominicana, creado bajo un discurso de moralidad y compromiso con el pueblo, no le luce estar expuesto al escrutinio público y tachado como un antro de corrupción. Sobre los miembros de esa organización, que siguen apegados a las enseñanzas del fundador, cae por igual la afrenta de quienes se han prevalido de funciones públicas para enriquecerse ilícitamente. Ante esta realidad es pertinente la pregunta ¿Por qué deben pagar todos por la mala conducta de unos pocos? Esta marcha es un buen recordatorio de que no todo se vale, aunque tengamos mucho poder en un momento determinado. Es también un acicate para que se impulse el saneamiento institucional en el partido y en el gobierno, si es que quieren conservar algo del respeto ganado ante una buena parte del pueblo dominicano. No es adecuado que paguen justos por pecadores. Por eso esta es una magnífica oportunidad para adecentar la política, sanear la administración pública, poner en evidencia a quienes desde el sector privado han amasado grandes fortunas en base a alianzas espurias con el poder, el lavado y la evasión. Es tiempo para dejar atrás esa cultura de que todo se vale, que no haya consecuencias para el delito de cuello blanco y que las cárceles sólo sean para los pobres. Se trata de enfatizar el imperio de la ley, el que delinque debe pagar. Implementar una política de tolerancia cero a la corrupción y a la impunidad, antes de que sea demasiado tarde para hacer de nuestra sociedad un espacio donde podamos vivir con dignidad, en paz y un poco de orden. Termino esta reflexión con estos versos de Don Pedro Mir, Poeta Nacional: “Que día vendrá, oculto en la esperanza, / con su canasta llena de iras implacables / y rostros contraídos y puños y puñales. / Pero tened cuidado. No es justo que el castigo caiga sobre todos. / Busquemos los culpables. / Y entonces caiga el peso infinito de los pueblos / sobre los hombros de los culpables”. 

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