lunes, 23 de enero de 2017

ARTICULO: DE BERTOLT BRECHT A LA COMUNIDAD UASDIANA

DE BERTOLT BRECHT A LA COMUNIDAD UASDIANA (José Tavárez para el Foro de Eulogio y la comunidad uasdiana) Bien conocido es el poema, que erróneamente se atribuye a Bertolt Brecht, que hemos comentado en otras ocasiones y ahora reproducimos aquí: “Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde”. Analizando el discurrir de ciertos hechos que han afectado la vida institucional de la UASD, y que parecen preludiar aciagos momentos para la Primada de América, incluyendo la posibilidad de su total colapso, recordé este poema, que cuadra perfectamente con la aparente indiferencia con que hemos aceptado los uasdianos decisiones, tales como: tomar para gastos corrientes las retenciones del Impuesto Sobre la Renta, los aportes al Plan de pensiones y del seguro médico, los ahorros de las cooperativas y cuanto recurso entra a las arcas uasdianas. Esta situación, que viene desde lejos y continúa en el presente, parafraseando a Brecht, se podría enunciar así: · “Primero tomaron nuestros aportes al Impuesto Sobre la Renta sin reportarlos al fisco, pero nos pareció normal y no dijimos nada. · Luego se quedaron con los fondos del Plan de Pensiones para gastos corrientes y los “pensionados” siguieron cobrando en la nómina activa, pero nos hicimos de la vista gorda como si nada pasara. · Entonces le tocó a la ARS-UASD, cuyos fondos de capitalización nunca aparecieron, a pesar del religioso descuento a los servidores universitarios, los cuales quedaron a merced de la buena voluntad de algunos médicos y la generosidad de la autoridad de turno, el disgusto ha sido constante pero lo aceptamos como irremediable. · Más tarde el dinero de las cooperativas comenzó a cubrir el faltante del creciente gasto corriente universitario, pero nos mantuvimos como espectadores imparciales cual si no fuera nuestro futuro el que estuviera en juego. · Ahora hemos comenzado a ver las consecuencias cuando se evidencian dificultades en el pago a cierto personal, nómina regular y cubrir otras obligaciones institucionales, pero no acabamos de empoderarnos de la situación y seguimos tranquilos”. Ojalá no terminemos como en el poema diciendo: Ahora me toca a mí sufrir las consecuencias, pero ya es tarde, el daño que vimos venir y crecer ante nuestra indiferencia ya está hecho: No aparecemos frente al Estado como contribuyentes, carecemos de un Plan de Retiro con solvencia propia, prácticamente sin Seguro de Salud y con unos ahorros enredados en la maraña de una institución que depende de la generosidad de los gobiernos. Quizás estemos a tiempo de salvar a la UASD del amenazante naufragio a que el populismo, la politiquería y el clientelismo la han venido empujando. Sería vergonzoso que, por nuestra incapacidad para dar respuestas efectivas a los requerimientos internos, tenga que venir alguien desde fuera a enmendarnos la plana. Algunos duermen confiados en que el Estado, en última instancia, proveerá y garantizará los derechos y privilegios adquiridos. Con lo que estamos viendo en otros países, debiéramos abrir los ojos y estar más atentos a nuestros cartones, como se recomienda al jugar bingo. JT Foto

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