martes, 28 de abril de 2009

Bandura, Allport y Murray

Albert Bandura
Nació el 4 de diciembre de 1925 en la pequeña localidad de Mundare en Alberta del Norte, Canadá. Al finalizar el bachillerato, trabajó durante un verano rellenando agujeros en la autopista de Alaska en el Yukon.
Completó su licenciatura en Psicología de la Universidad de Columbia Británica en 1949. Luego se trasladó a la Universidad de Iowa, donde conoció a Virginia Varns, una instructora de la escuela de enfermería. Se casaron y más tarde tuvieron dos hijas. Después de su graduación, asumió una candidatura para ocupar el post-doctorado en el Wichita Guidance Center en Wichita, Kansas.
En 1953, empezó a enseñar en la Universidad de Stanford. Mientras estuvo allí, colaboró con su primer estudiante graduado, Richard Walters, resultando un primer libro titulado Agresión Adolescente en 1959.
En 1965 se unió al investigador Walter Mischel y se le ha elegido presidente de la Asociación Americana de Psicología (1974).
Bandura recibió el Premio para las Contribuciones Científicas Distinguidas en 1980. Ha recibido varias concesiones y honores a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio William James de la Asociación para la Ciencia Psicológica y el Premio a las Contribuciones Científicas Distinguidas de la Asociación Americana de Psicología.
Determinismo recíproco
El conductismo, con su énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables que pueden observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea subjetivo, interno y no disponible. En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular una variable y luego medir sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la personalidad que dice que el entorno de uno causa nuestro comportamiento.

Bandura consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el ambiente causa el comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también.
Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente.
Según Bandura (1978), la conducta humana se debe a un determinismo recíproco que implica factores conductuales, cognoscitivos y ambientales. Los tres factores operan como “determinantes entrelazados” entre sí.
Aprendizaje por observación o modelamiento
Bandura en el aprendizaje por observación utilizo los estudios del muñeco bobo, en el cual los niños imitaban la conducta de los personajes de la película de una manera precisa.
Bandura llevó a cabo un largo número de variaciones sobre el estudio en cuestión: el modelo era recompensado o castigado de diversas formas de diferentes maneras; los niños eran recompensados por sus imitaciones; el modelo se cambiaba por otro menos atractivo o menos prestigioso.
Todas estas variantes permitieron a Bandura a establecer que existen ciertos pasos envueltos en el proceso de modelado:
1. Atención. Si vas a aprender algo, necesitas estar prestando atención.
2. Retención. Debemos ser capaces de retener (recordar) aquello a lo que le hemos prestado atención.
3. Reproducción. Debemos traducir las imágenes o descripciones al comportamiento actual. Por tanto, lo primero de lo que debemos ser capaces es de reproducir el comportamiento.
4. Motivación. Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos que estemos motivados a imitar; es decir, a menos que tengamos buenas razones para hacerlo. Bandura menciona un número de motivos:
- El Refuerzo pasado, el Refuerzo prometido y el Refuerzo vicario.
Las motivaciones negativas también existen, dándonos motivos para no imitar, los cuales son:
- El Castigo pasado, Castigo prometido (amenazas) y Castigo vicario.
Bandura dice que el castigo en sus diferentes formas no funciona tan bien como el refuerzo y, de hecho, tiene la tendencia a volverse contra nosotros.
Autorregulación
La autorregulación (controlar nuestro propio comportamiento) es la otra piedra angular de la personalidad humana. En este caso, Bandura sugiere tres pasos: a- Auto-observación, b- Juicio. Y c- Auto-respuesta.
Bandura señala que la mayor parte de la conducta humana es aprendida al seguir un modelo, en lugar de ser a través de los procesos de condicionamiento clásico y operante. Sugiere que la conducta es aprendida a través de la observación ya sea en forma intencional o accidental. El aprendizaje por observación excede a la sola imitación: el observador aprende de los errores y los éxitos del modelo.
Bandura sugiere que los observadores obtienen las características similares de diferentes respuestas y crean reglas de conducta que les permiten ir más allá de lo que han visto o escuchado.
La teoría de Bandura sobre el Aprendizaje por Observación se basa en gran medida en el análisis experimental de la influencia del Modelamiento en la conducta.
Bandura sugiere que casi cualquier conducta puede ser aprendida por un individuo sin la experiencia directa del reforzamiento. No tenemos que ser reforzados para poner atención a imágenes vívidas o a sonidos fuertes.













Gordon Allport
Nació en Montezuma, Indiana, Estados Unidos en 1897 y era el menor de cuatro hermanos. Era un chico tímido y estudioso, aunque algo guasón. Vivió una infancia solitaria. Su padre era un médico rural y como era de esperar Gordon creció entre pacientes y enfermeras y toda la parafernalia de un hospital en miniatura. Por otra parte, su vida fue tranquila y poco sorprendente.
Estudió psicología en Harvard. En 1919, viaja a Estambul (Turquía), donde enseña inglés y psicología. Se doctoró en Harvard (1922), bajo la dirección de William McDougall, con la tesis ‘Un estudio experimental de los rasgos de personalidad’, que sería la base de sus futuros desarrollos teóricos en los campos de la psicología social y de la personalidad o en lo que el propio autor definiría como la 'psicología humanista'.
Becado en Europa, se acercó en Alemania al movimiento de la Gestalt, a través de Max Wertheimer y Wolfgang Köhler; en Berlín conoció a William Stern; luego viajó al Reino Unido, con una estancia en la Universidad de Cambridge.
Comenzó su carrera docente en Harvard, luego en el Dartmouth College y, en 1930, regresó definitivamente a Harvard, donde años más tarde fundó el Departamento de Relaciones Sociales.
Durante la Segunda Guerra Mundial perteneció al Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos. Doctor ‘honoris causa’ por las universidades de Boston, Ohio, Durham (Reino Unido) y el Colby College.
Fue presidente de la American Psychological Association (1939-1940) y, más tarde, de la Society for the Psychological Study of Social Issues. Falleció en Cambridge, Massachussets en 1967.
Una de las cosas que motiva a los seres humanos es la tendencia a satisfacer necesidades biológicas de supervivencia, lo cual Allport llama funcionamiento oportunista. Señala que este funcionamiento se caracteriza por su reactividad, orientación al pasado y por supuesto, tiene una connotación biológica.



El propio ser:
Allport creo el termino “propio ser” para evitar los terminos “ego” o “yo”, los cuales creia que eran usados a menudo como frases establecidas para aquellos elementos de la personalidad que no podian ser explicados en cualquier otra forma.
El propio ser se refiere a las experiencias centrales de conocimiento de si mismos que tienen las personas conforme crecen y progresan.
Su definición funcional se convirtió en una teoría del desarrollo por sí misma. El Self que tiene 7 funciones, las cuales tienen a surgir en ciertos momentos de la vida:
1- Sensación del cuerpo, 2- Identidad propia, 3- Autoestima, 4-Extensión de uno mismo, 5- Auto imagen, 6- Adaptación racional, 7- Esfuerzo o lucha propia.

Rasgos o Disposiciones
Una disposición personal se define como “una estructura neuropsicológica generalizada (peculiar del individuo), con la capacidad de interpretar y manejar muchos estímulos funcionalmente equivalentes, y de iniciar y guiar formas consistentes (equivalentes) con un comportamiento adaptativo y estilístico.

Una disposición personal produce equivalencias en función y significado entre varias percepciones, creencias, sentimientos y acciones que no son necesariamente equivalentes al mundo natural o a la mente de cualquier otro. Allport defiende que los rasgos son esencialmente únicos de cada persona.

Allport reconoce que dentro de cualquier cultura particular, existen rasgos comunes o disposiciones; unas que son parte de esa cultura y que cualquiera reconocería y nombraría. El autor defiende también que algunos rasgos están mucho más atados al proprium (el propio yo de cada uno) que otros.




Según allport los rasgos centrales son la piedra angular de tu personalidad.

Los llamados rasgos secundarios, son aquellos que no son tan obvios o tan generales, o tan consistentes y los rasgos cardinales estos son aquellos rasgos que tienen algunas personas que prácticamente definen sus vidas. Aquel que, por ejemplo, pasa toda su vida buscando fama o fortuna, o sexo.
Madurez psicológica
Si posees proprium bien desarrollado y un rico y adaptativo grupo de disposiciones, has logrado una madurez psicológica, término de Allport para la salud mental. Establece siete características:

1. Extensiones del Self específicas y duraderas como el compromiso.
2. Técnicas de relacionarse cálidamente, orientadas a la dependencia de los demás (confianza, empatía, sinceridad, tolerancia…)
3. Seguridad emocional y aceptación propia.
4. Hábitos encaminados hacia una percepción realista (contrario a defensividad).
5. Centramiento en los problemas y desarrollo de habilidades centradas en la solución de problemas.
6. Objetivación del Self o lo que es lo mismo, desarrollar la introspección; reírse de uno mismo, etc.
7. Una filosofía unificada de la vida, que incluya una particular orientación hacia la valoración; sentimientos religiosos diferenciados y una conciencia personal.







Henry Murray

Henry A. Murray nació en la ciudad de Nueva York el 13 de mayo de 1893. Sus padres eran acaudalados y murria creció como un niño privilegiado en una época anterior a los automóviles, las lanchas de motor o las películas. La familia pasaba los inviernos en la ciudad en una residencia en lo que ahora está situado el centro Rockefeller. Los veranos los pasaban en Long Island, donde Murria disfrutaba de actividad física al aire libre, animales y los bosques detrás de su casa.

Murray no creía encajar en la clasificación del niño freudiano típico. Fue difícil para él reconocer la presencia de un Complejo de Edipo en su vida. Su análisis de entrenamiento no descubrió ningún indicio de resentimiento oculto hacia su padre. Por otra parte, su infancia evoca varios aspectos adlerianos. Murray recordó un incidente alrededor de sus cuatro años de edad, en éste, su madre le dijo que la reina y su hijo dibujados en un libro de cuentos de hadas estaban tristes debido al prospecto de la muerte. Después él sugirió que el recuerdo incluía sentimientos de haber sido abandonado (dejado morir) por su madre a favor de sus hermanos debido a que era difícil cuidar de él. Esto condujo a un desarrollo temprano de seguridad en sí mismo al igual que a sentimientos de ternura hacia su madre y hacia otros con problemas emocionales.

Murray recibió poco entrenamiento formal en Psicología. Después de seis años en dos escuelas privadas en la cuidad de Nueva Cork, asistió a Groton, una escuela preparatoria privada en Massachussets. Obtuvo título de bachiller en artes en Harvard, donde se especializó en historia, pero sólo recibió calificaciones por debajo del promedio. Parece que estaba más interesado en las relaciones con sus compañeros. Nos obstante, asistió a la facultad de medicina de la Universidad de Columbia y se graduó como el mejor de su clase. Más tarde realizó una maestría en biología en Columbia y un doctorado en bioquímica en la Universidad de Cambridge.

Una biografía nueva (Robinson, 1992) sugiere que Murray tuvo diversos puntos débiles intelectuales y emocionales y que, aunque tuvo un matrimonio tradicional, estuvo involucrado en un tórrido romance con Christiana Morgan, una mujer casada y talentosa que también estaba interesada en el trabajo de Carl Jung.
Morgan hizo contribuciones importantes al desarrollo inicial del psicoanálisis, en especial en el área del feminismo, y también en la teoría de la personalidad de Murray, sin embargo, nunca ha recibido el reconocimiento apropiado.
No obstante, Murray fue un profesor de psicología muy respetado en la Universidad de Harvard desde la década de 1920 a la de 1960, donde fundó la Clínica psicológica de Harvard en forma específica para estudiar la personalidad.

Murray reunió a su alrededor a un grupo de jóvenes maduros, capaces y estudiosos, muchos de los cuales son psicólogos notables por su propio derecho. Fue galardonado con el Premio a la Contribución Científica Distinguida de la Asociación Psicológica Estadounidense y con la Medalla de Oro de la Fundación Psicológica Estadounidense, por sus contribuciones a la psicología. Murray murió en 1988.

El estudio de la personología

Murray sugirió que el concepto de personalidad es una hipótesis, un constructo que ayuda a explicar la conducta de un individuo. Murray no creía que el concepto de personalidad se refiriera a alguna sustancia física real. La personalidad de un individuo depende de procesos cerebrales y por consiguiente el centro anatómico de ésta es el cerebro.
En su análisis de la personología enfatizó el entendimiento de los individuos normales respecto a ámbitos naturales. Creía que los psicólogos deben preocuparse en forma primaria por el estudio detallado y cuidadoso de vidas individuales.
Al estudiar lo individual, Murray creía que es útil separar la conducta total de una persona en unidades identificables y manejables. Su unidad básica es un procedimiento, un patrón de conducta significativa breve que tiene un principio y un fin claros.
Los procedimientos son interacciones entre el sujeto y otra persona u objeto en el ambiente. Los procedimientos pueden ser internos (imaginados) o externos (reales). Una sucesión de procedimientos constituye una serie. Una serie planeada de procedimientos es un programa en serie, el cual conduce hacia un objetivo, tal como convertirse en abogado, por ejemplo.
Los programas en serie pueden prolongarse en el futuro por meses o incluso años. Cada procedimiento en una serie puede ser considerado como tener un subobjetivo que acerca al individuo al objetivo final.
Los programas en serie son gobernados por un proceso mental conocido como orden.
Esto nos permite, una vez que entendemos nuestro mundo, desarrollar una estrategia para afrontarlo. El orden también permite desarrollar calendarios o planes para resolver procedimientos conflictivos.
Algunos aspectos de la teoría de Murray fueron extraídos de la teoría de freíd. Sin embargo, Murray no dudó en redefinir los términos o explicar y enriquecer los conceptos de Freud. Por tanto, usó los términos ello, yo, y superyó para describir las divisiones básicas de la personalidad, pero agregó su propio significado.

Murray concordaba con Freud en que el ello es la fuente de los impulsos y las necesidades básicas, pero enfatizó que el ello contiene impulsos positivos al igual que negativos. El superyó es una representación internalizada del ambiente social, que indica cuándo, dónde, cómo y qué necesidades pueden ser expresadas. El yo es la “parte más organizada, discriminativa, vinculada al tiempo, razonadora, resolvedora y cohibida de la personalidad” (1938). Su papel es facilitar que el ello satisfaga sus impulsos; su efectividad en hacer esto afecta a la adaptación de un individuo. Murray atribuía una función más activa para el yo.

Necesidades humanas

Murray (1938) definió una necesidad como el constructo que representa una fuerza en el cerebro que organiza la percepción, entendimiento y conducta de tal forma que cambia una situación insatisfactoria y aumenta la satisfacción. Una necesidad puede ser provocada por un estado interno, tal como el hambre, o por un estímulo externo, tal como la comida.

A partir de un estudio intensivo de individuos en Harvard (1938), Murray desarrolló una lista de 20 necesidades básicas. Aunque esa lista ha sido revisada y modificada desde esa época, sigue siendo muy representativa de una perspectiva global de las necesidades humanas. Entre estas están:

Dominación, Deferencia, Autonomía, Degradación, Agresión, logro, Entendimiento, Sexo, Orden, Sensibilidad, Exhibición, Juego, Afiliación, Rechazo, Evitación de daño, Ayuda, Cuidado, Evitación de sentirse inferior, Defensa, Oposición.

No todas las necesidades están presentes en todos los individuos, demás varían en su fuerza e intensidad.



Evaluación e investigación en la teoría de Murray
Murray fue un pionero en el área de la evaluación, un aspecto de la teoría de la personalidad que es un punto creciente de atención e interés. Murray enfatizó un enfoque idiográfico de la personalidad, el cual se concentra en el individuo.
El principio básico del concepto de evaluación de Murray fue que se requieren indicadores múltiples para examinar en forma adecuada el desempeño de un individuo.
Murray dirigió a un grupo de 28 especialistas diferentes para estudiar a 52 estudiantes hombres no graduados durante un período de seis meses. Juntos recopilaron una gran cantidad de datos por medio de entrevistas, pruebas, cuestionarios y observaciones, usando un grupo de métodos clínicos, psicoanalíticos, experimentales, fisiológicos y de historia de la vida. Al hacer que varios investigadores entrenados observaran al mismo individuo, Murray creía que podía eliminar los errores personales en la evaluación.
Murray mismo desarrolló varias técnicas para evaluar la personalidad, La mejor conocida es la Prueba de Apercepción Témática (TAT), desarrollada por Murray y C.D. Morgan, la cual es usada en forma amplia como un mecanismo proyectivo. El TAT consiste en una serie de 30 dibujos ambiguos (dibujos que sugieren una situación poco estructurada).
Las respuestas al TAT sugieren la forma de pensar del sujeto en relación con el ambiente físico y social. Las respuestas son anotadas en términos de temas predominantes y se pone especial atención a aquellas fuerzas que emanan del “héroe” en el dibujo o del ambiente. Por medio de los datos, el examinador puede inferir la forma en que se relaciona el sujeto con otras personas y cómo moldea el ambiente para satisfacer sus necesidades personales.
Debido a que los estímulos son ambiguos y el sujeto es libre de responder en cualquier forma, se cree que cualquier significado que le dé el sujeto a la historia debe provenir de su interior. Se dice que el individuo proyecta el significado en la historia y, por tanto, el TAT es considerado una prueba proyectiva. En el TAT se trata con proyección imaginativa en lugar de hacerlo con un mecanismo de defensa freudiano de proyección. Los sujetos proyectan inconscientemente sus propias actitudes y sentimientos en los dibujos y por consiguiente se revelan a sí mismos.

No hay comentarios: