SEMBLANZA DEL PROFESOR JUAN BOSCH
Por José L. Tavárez Henríquez*
Juan Bosch nació en La Vega, República Dominicana, el 30 de junio de 1909 y murió en Santo Domingo el 1 de noviembre de 2001, a la edad de 92 años. El Profesor Juan Bosch es para muchos el más ilustre de los dominicanos del Siglo XX. Se destacó como político, escritor, patriota y ciudadano ejemplar
Nacido del matrimonio de José Bosch y Ángela Gabiño, a muy corta edad comenzó a dar señales inequívocas de poseer una clara inteligencia y una fértil imaginación creadora. Con apenas 4 años se alfabetizó siguiendo las instrucciones de Panchita Sánchez y Anita Decamps, y a los 7 escribió sus primeros cuentos.
Aquel niño, hijo de inmigrantes, creció en medio de limitaciones económicas y diversas adversidades. Sus primeros años de vida coincidieron con la mayor inestabilidad política que registra la historia nacional. Para solo citar un ejemplo, piénsese que entre 1912 y 1915 el país tuvo cinco presidentes e innumerables revoluciones civiles.
Como consecuencia de las tensiones políticas la familia Bosch Gabiño se vio precisada a emigrar a Cabo Haitiano, Haití, donde vivió entre 1911 y 1912. A su regreso se instaló en El Pino de La Vega, desde donde acompañaba a su padre en labores de comercio, comprando huevos y gallinas en la Línea Noroeste para venderlos en la Capital.
El trabajo duro y las precariedades no ahogaron su inquietud intelectual, siempre encontraba tiempo para asistir a la escuela y leer las revistas que su padre y su abuelo recibían desde España. Con pequeños ahorros compraba colecciones de cuentos e historietas, al tiempo que aprendía mecanografía e incursionaba en la lectura de obras mayores tales como el Quijote, El Cantar del Mío Cid, Los Doce Pares de Francia y Orlando Furioso.
Su sensibilidad social, el entorno de miseria y las variadas lecturas fraguaron al artista, al literato y al político. Armado de estas herramientas, y con una fértil imaginación creadora pudo sobreponerse a la cotidianidad asfixiante y convertir en arte el dolor humano. Allí donde el ojo común solo alcanzaría a ver una familia campesina y un bohío pobre en medio del paisaje agreste, Bosch descubría a una mujer víctima de la violencia del marido y de la pobreza que lo perneaba todo. Con su talento artístico ordena ese cuadro desolador para producir su famoso cuento “LA MUJER”.
En esta realidad social y económica, marcada con el signo de la adversidad, hunden sus raíces el compromiso de Bosch con las mejores causas del pueblo dominicano. De allí nace su literatura, su filosofía social e histórica, su militancia política y su moral inquebrantable.
Maestro de maestros en el difícil arte de escribir cuentos, Bosch nos presenta en su narrativa la enorme injusticia social, la pobreza y las vicisitudes del campesino dominicano. Su fina pluma, esquivando los riesgos del panfleto, nos da una obra hondamente comprometida con el destino de los más pobres e indefensos.
Así lo reconoce el crítico literario José Alcántara Almánzar cuando señala:
“Las injusticias sociales que nos arrancan momentos de indignación, nos indignan cien veces más al ser planteadas en los cuentos de Bosch. Por una sola razón: la manera inocente, fatídica, sujeta aparentes juegos del destino, de presentarlas”.
Conocedor nato de la realidad dominicana y sensible como siempre ha sido al dolor humano, no hemos de extrañarnos que entrara en contradicción con el régimen dictatorial de Trujillo, quien primero le maltrata enviándole a la cárcel de Nigua, y luego procura comprar su voluntad política y su talento.
En 1937 toma el camino de un largo exilio que solo terminará con la muerte del tirano en mayo de 1961. Antes de salir del país ya había publicado su primer libro de cuentos, Camino Real (1933) y su primera novela, La Mañosa (1936).
En su exilio, que se inició en Puerto Rico, entra en contacto con el pensamiento de Hostos, cuya obra completa transcribió y dirigió su edición. De esta experiencia se originaron sus obras “Mujeres en la vida de Hostos” y “Hostos el Sembrador” en 1938 y 1939 respectivamente.
En 1939 se traslada a Cuba donde no solo se relaciona con la intelectualidad y los artistas de esa isla, sino que descubre su vocación política. En contacto con otros exiliados dominicanos funda el Partido Revolucionario Dominicano y, fiel a sus principios, trabaja incansablemente para liberar a su país de la Tiranía Trujillista.
Tal vez por aquello de que, “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”, en Cuba conoció a Doña Carmen Quidiello, con quien se casó en 1943 aprovechando el premio literario ganado ese año con su cuento “Luis Pie”. Esta cultivada mujer, heroína no siempre visible, acompañó a Juan Bosch en cada tramo de su vida, hasta el último día en este mundo.
La dignidad y decoro del Prócer Vegano son antológicos, jamás transigió con actitudes dolosas ni buscó el bien propio en detrimento de sus ideales. Con valentía desafió la adversidad del exilio sin caer en frustraciones estériles, muy por el contrario supo crecer en el plano artístico, intelectual, humano y político.
Agigantada su estatura de hombre de bien, es llevado al solio presidencial en 1962 por un pueblo ávido de justicia social y soluciones reales a los diversos problemas del país. Los enemigos de la luz lo destronaron a seis meses de haber sido electo, porque percibieron que en él no había dobleces. Entonces, el siempre digno profesor Juan Bosch, prefirió tomar de nuevo el camino del exilio, a convivir con los lineamientos de la caverna militar y política que imponía su voluntad.
Más tarde, en 1973, cuando el partido fundado por él, comenzó a renegar de los mejores ideales y a dar cabida a mezquinos intereses nacionales y extranjeros, prefirió alejarse y transitar un nuevo camino acorde con sus valores y principios. Su talento organizativo, su voluntad monolítica y su honestidad a toda prueba fueron sus armas de combate para crear y desarrollar ese nuevo proyecto político, el PLD, que ha alcanzado el poder en el 1996, 2004 y 2008
Habiendo fundado los dos partidos más grandes del sistema democrático dominicano, escrito más de 50 libros y haber llevado una vida ejemplar como ciudadano y hombre público, honremos a Juan Bosch, cuyo ejemplo y pensamiento seguirán iluminando a los y las dominicanos (as) de buena voluntad.
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El autor es Filósofo, Psicólogo y Profesor universitario.
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