OBJETIVOS, METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN
Objetivos: cuando se ha seleccionado el tema de la investigación debe procederse a formular los objetivos de investigación; que deben estar armonizados con los del investigador y los de la investigación.
El objetivo de la investigación es el enunciado claro y preciso de las metas que se persiguen. El objetivo del investigador es llegar a tomar decisiones y a una teoría que le permita generalizar y resolver en la misma forma problemas semejantes en el futuro. Los métodos que se elijan deben ser los más apropiados para el logro de los objetivos.
Todo trabajo de investigación es evaluado por el logro de los objetivos mediante un proceso sistemático, los cuales deben haber sido previamente señalados y seleccionados al comienzo de la investigación. La sistematización hace posible el planeamiento de estrategias válidas para el logro de objetivos. Por esta razón los objetivos tienen que ser revisados en cada una de las etapas del proceso; el no hacerlo puede ocasionar fallas en la investigación con la misma intensidad en que se presentan fallas en los objetivos.
La evaluación de la investigación se realiza en base a los objetivos propuestos y pueden ser sumativa, es decir, progresiva, esto lleva a clasificar los distintos niveles de resultados que se quieren lograr en la investigación. Si la investigación es planeada científicamente, debe tener validez en cada una de sus etapas en razón de objetivos y el logro de estos en cada etapa es lo que permite pasar a la siguiente.
Al finalizar la investigación, los objetivos han de ser identificables con los resultados; es decir, toda la investigación deberá estar respondiendo a los objetivos propuestos.
Los objetivos generales dan origen a objetivos específicos que indica lo que se pretende realizar en cada una de las etapas de la investigación. Estos objetivos deben ser evaluados en cada paso para conocer los distintos niveles de resultados. La suma de los objetivos específicos es igual al objetivo general y por tanto a los resultados esperados de la investigación. Conviene anotar que son los objetivos específicos los que se investigan y no el objetivo general, ya que este se logra con los resultados.
Metodología: para toda investigación es de importancia fundamental que los hechos, las relaciones que se establecen y los resultados obtenidos tengan el grado máximo de exactitud y confiabilidad. Para ello planea una metodología o procedimiento ordenado que se sigue para establecer lo significativo de los hechos y fenómenos hacia los cuales está encaminada la investigación.
Científicamente la metodología es un procedimiento general para lograr de una manera precisa el objetivo de la investigación. De ahí, que la metodología en la investigación nos presenta los métodos y técnicas para la investigación.
Es necesario tener en cuenta el tipo de investigación o de estudio que se va a realizar, ya que cada uno de estos tiene una estrategia diferente para su tratamiento metodológico. Por ello, se debe indicar el tipo de investigación, si es una investigación, histórica, descriptivas o experimental. Si es un estudio causal, exploratorio o productivo.
Técnicas de la investigación
Las técnicas se refieren al conjunto de reglas y procedimientos que le permiten al investigador establecer la relación con el objeto o sujeto de la investigación. Las técnicas son de una importancia fundamental, porque son las que nos permiten la recolección de datos que dan respuesta al problema de la investigación o las hipótesis planteadas. Dentro de las principales técnicas están: La observación, la encuesta, la entrevista, entre otras.
TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA.
Las técnicas son los procedimientos de actuación concretos que deben seguirse para recorrer las diferentes fases del método científico, en ese sentido recogiendo sistemáticamente la información que será utilizada en el proceso de la investigación.
Mientras las técnicas tienen un carácter práctico y operativo, los métodos se diferencian de ellas por su carácter más global y de coordinación de operaciones. Estas se agrupan dentro de un método y, a la inversa, un método usa diferentes técnicas.
Las principales técnicas que se usan en las Ciencias Sociales son:
A. La observación. Consiste en recopilar información sistemática y ordenada de sucesos, acontecimientos, fenómenos sociales, utilizando directamente los sentidos (vista, olfato, oído, gusto y tacto).
Tiene diversas etapas: se inicia con lo más superficial y general, para irse convirtiendo en específica y profundizándose cada vez más, buscando responder a un conjunto de preguntas y cuestionamientos acerca de los sucesos que se observan.
B. Entrevista. Se trata de la recolección de datos de los diversos hechos o factores de los que tienen conocimiento otras personas, en forma directa o usando elementos intermedios (teléfono, radio, TV)
Se usa para recoger información específica y general, con preguntas predefinidas.
C. Encuesta.
D. Análisis documental. Es una de las técnicas más sofisticadas, pues se considera como documento cualquier medio donde se pueda obtener información que haya sido registrada por hombre (o mujer), sobre comportamientos que indiquen información de diverso tipo: documentos escritos: libros, periódicos, estadísticas etc., pinturas (pinacoteca),grabaciones, filmes, etc.; restos materiales como ceramios, tejidos donde se encuentren hechos sociales.)
martes, 16 de noviembre de 2010
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Leonel Fernández, ¿va o no va?
Leonel Fernández, ¿va o no va?
Por Rosario Espinal
Una vez concluidas las elecciones del pasado 16 de mayo, la principal interrogante política del país ha sido si Leonel Fernández irá o no como candidato a la Presidencia de la República en el 2012, y junto a ésta, si modificará la Constitución recién proclamada o encontrará otro subterfugio.
Que el pueblo dominicano se debata en estas preguntas, y que el presidente Fernández no aclare sus intenciones, es vergonzante y muestra el bajísimo nivel de institucionalidad en la sociedad dominicana.
Primero, el presidente Fernández ha gobernado en tres ocasiones, por tanto, no es posible argumentar que merece un retorcimiento de las reglas constitucionales para otro chance.
Segundo, la Constitución vigente fue auspiciada y negociada por Fernández, con amplio conocimiento de lo que pactó. Entonces, ¿no cree en sus propios acuerdos?
Tercero, hay que abandonar de la discursiva política el ridículo argumento de la “soledad del poder” para justificar aspiraciones reeleccionista. El poder, como la vida misma, es una conjunción de compañía y soledad, y quien no esté apto para la soledad no merece gobernar.
Lo que ocurre en República Dominicana es que a todos los beneficiarios del gobierno les aterra la posibilidad de un cambio de presidente, porque están demasiado aferrados al poder para seguir derivando beneficios.
Hay incluso muchos peledeístas que no confían en que otro candidato les asegura el triunfo, o piensan que si triunfan, otros compañeritos serían los agraciados. Esto desdice mucho de la institucionalidad del PLD; su fuerza no debe depender tanto de una persona.
En varias ocasiones he utilizado el término “estreñimiento” para referirme a la situación actual del PLD ante la ambigüedad de Fernández sobre la reelección. Hoy agrego otro término médico para describir la situación: “cólicos”.
En el PLD hay diversos aspirantes desesperados por una aclaración de Fernández. Unos han subordinado públicamente sus aspiraciones a la decisión del Presidente, otros esperan con cólicos la resolución.
Sólo Leonel Fernández sabe si intentará presentarse o no. Lo que sí es claro ya, es que el PLD transita por un peligroso proceso de putrefacción interna porque no hay mecanismos institucionales en funcionamiento para procesar las aspiraciones de diversos precandidatos y sus seguidores.
Las decisiones del Comité Central de dejar todo como está dan apariencia de paz, pero son simplemente tapones para contener el mal olor interno, y las asambleas para juramentar nuevos miembros son escaparates para mostrar el dominio de Fernández y mantener disminuidos a otros aspirantes.
También es claro que la candidatura presidencial del PLD la determinará Fernández, sea él o escogiendo a otro.
Cuando llegue ese momento, las posturas en el Comité Político no serán necesariamente tan amigables como fueron para el 2008, cuando Fernández recibió apoyo casi unánime. En aquel entonces la Constitución le concedía el legítimo derecho a repostularse, y además, no había tanta desesperación y hartazgo entre algunos precandidatos y seguidores.
El presidente Fernández tiene gran maestría política en muchas de sus decisiones y actuaciones, pero en estas circunstancias, su aparente o real desapego a la institucionalidad constitucional que él mismo procreó, conlleva un alto costo político para su partido y el país.
Repito lo dicho en otros artículos, la democracia no fue creada ni funciona bien con aspiraciones vitalicias. Para eso existen las monarquías y las dictaduras, y si el deseo de Fernández era la reelección indefinida al estilo Balaguer, debió hacerlo cuando negoció su propia Constitución.
La democracia no es para perpetuar gobernantes independientemente de cómo hayan gobernado. En palabras de Winston Churchill: “La alternancia fecunda el suelo de la democracia”.
Artículo publicado en el periódico HOY el miércoles 3 de noviembre de 2010
Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2010/11/2/348534/Leonel-Fernandez-va-o-no-va
Por Rosario Espinal
Una vez concluidas las elecciones del pasado 16 de mayo, la principal interrogante política del país ha sido si Leonel Fernández irá o no como candidato a la Presidencia de la República en el 2012, y junto a ésta, si modificará la Constitución recién proclamada o encontrará otro subterfugio.
Que el pueblo dominicano se debata en estas preguntas, y que el presidente Fernández no aclare sus intenciones, es vergonzante y muestra el bajísimo nivel de institucionalidad en la sociedad dominicana.
Primero, el presidente Fernández ha gobernado en tres ocasiones, por tanto, no es posible argumentar que merece un retorcimiento de las reglas constitucionales para otro chance.
Segundo, la Constitución vigente fue auspiciada y negociada por Fernández, con amplio conocimiento de lo que pactó. Entonces, ¿no cree en sus propios acuerdos?
Tercero, hay que abandonar de la discursiva política el ridículo argumento de la “soledad del poder” para justificar aspiraciones reeleccionista. El poder, como la vida misma, es una conjunción de compañía y soledad, y quien no esté apto para la soledad no merece gobernar.
Lo que ocurre en República Dominicana es que a todos los beneficiarios del gobierno les aterra la posibilidad de un cambio de presidente, porque están demasiado aferrados al poder para seguir derivando beneficios.
Hay incluso muchos peledeístas que no confían en que otro candidato les asegura el triunfo, o piensan que si triunfan, otros compañeritos serían los agraciados. Esto desdice mucho de la institucionalidad del PLD; su fuerza no debe depender tanto de una persona.
En varias ocasiones he utilizado el término “estreñimiento” para referirme a la situación actual del PLD ante la ambigüedad de Fernández sobre la reelección. Hoy agrego otro término médico para describir la situación: “cólicos”.
En el PLD hay diversos aspirantes desesperados por una aclaración de Fernández. Unos han subordinado públicamente sus aspiraciones a la decisión del Presidente, otros esperan con cólicos la resolución.
Sólo Leonel Fernández sabe si intentará presentarse o no. Lo que sí es claro ya, es que el PLD transita por un peligroso proceso de putrefacción interna porque no hay mecanismos institucionales en funcionamiento para procesar las aspiraciones de diversos precandidatos y sus seguidores.
Las decisiones del Comité Central de dejar todo como está dan apariencia de paz, pero son simplemente tapones para contener el mal olor interno, y las asambleas para juramentar nuevos miembros son escaparates para mostrar el dominio de Fernández y mantener disminuidos a otros aspirantes.
También es claro que la candidatura presidencial del PLD la determinará Fernández, sea él o escogiendo a otro.
Cuando llegue ese momento, las posturas en el Comité Político no serán necesariamente tan amigables como fueron para el 2008, cuando Fernández recibió apoyo casi unánime. En aquel entonces la Constitución le concedía el legítimo derecho a repostularse, y además, no había tanta desesperación y hartazgo entre algunos precandidatos y seguidores.
El presidente Fernández tiene gran maestría política en muchas de sus decisiones y actuaciones, pero en estas circunstancias, su aparente o real desapego a la institucionalidad constitucional que él mismo procreó, conlleva un alto costo político para su partido y el país.
Repito lo dicho en otros artículos, la democracia no fue creada ni funciona bien con aspiraciones vitalicias. Para eso existen las monarquías y las dictaduras, y si el deseo de Fernández era la reelección indefinida al estilo Balaguer, debió hacerlo cuando negoció su propia Constitución.
La democracia no es para perpetuar gobernantes independientemente de cómo hayan gobernado. En palabras de Winston Churchill: “La alternancia fecunda el suelo de la democracia”.
Artículo publicado en el periódico HOY el miércoles 3 de noviembre de 2010
Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2010/11/2/348534/Leonel-Fernandez-va-o-no-va
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