Por José L. Tavárez Henríquez
La posibilidad de que Leonel Fernández se reelija ha sido tema dominante en los diversos medios informativos del país. El interés en este asunto parte de quienes favorecen la iniciativa reeleccionista, pero también de quienes se oponen a ella.
Los opositores, especialmente los que se cobijan bajo las alas de Miguel Vargas Maldonado en el PRD, podrían estar interesados en desviar la atención hacia una problemática alejada del cuestionamiento de que están siendo objeto, como resultado de la humillante derrota a que condujeron a su partido.
Al MVP se le acusa de acaparar, no solo los puestos de dirección partidaria, sino también de haber impuesto candidatos de su corriente, en detrimento de otros con mayores méritos. En ese contexto, el tema de la reelección representa una válvula de escape a la presión que proviene de sus adversarios internos, que han llegado incluso a pedir su renuncia.
Los demás interesados en debatir sobre reelección son congresistas que fracasaron en su intento de reelegirse ellos mismos, personas que creen en la conveniencia para el país de que Leonel siga y aquellos que buscan preservar algún beneficio personal o grupal.
No obstante existir un impedimento legal para la reelección de Fernández, quienes conocen la historia nacional no han de extrañarse del escarceo creado en torno a su repostulación. Sabemos que en incontables ocasiones nuestros gobernantes han tratado de continuar, sin importar la normativa legal o los riesgos personales. A manera de ejemplo, recuérdese aquello de: “Horacio o que entre el mar”, el “vuelve y vuelve de Balaguer”, o el “me gustó el carguito de Hipólito”.
Hay quienes apuestan a que Leonel hará cuánto esté a su alcance para reelegirse. Estos futurólogos interpretan diversas acciones gubernamentales como indicadores de las intenciones reeleccionistas de Fernández. Yo sin embargo me inclino a pensar que el mandatario no se presentará como candidato en el 2012. Su sagacidad y prudencia para las decisiones políticas le harán ponderar los riesgos que entraña esta aventura.
Leonel Fernández desoyó los consejos maliciosos de Amable Aristy, cuando éste trataba de seducirlo para modificar la Constitución en el período 1996-2000 que le impedía reelegirse. Asimismo ha resistido otras tentaciones autoritarias de gente cercana, que ha tratado de llevarlo a tomar decisiones contrarias al ordenamiento jurídico o limitantes de las libertades públicas.
Leonel no se reelegirá porque es consciente del juicio de la historia y porque sabe que su futuro político no se agota en el 2012. No se presentará porque conoce la índole levantisca, a veces irracional y caprichosa de los dominicanos, muy capaces de votar en su contra o simplemente quedarse en su casa para ver cómo sus adversarios lo derrotan. Él sabe que la gente se jarta y que “hasta la belleza cansa”. Los resultados municipales de Santiago y La Vega podrían ser buenos ejemplos de esta máxima popular.
Anótenlo, Leonel no se repostulará porque eso es contrario a su inteligencia política, pero si lo hiciera, no se reelegiría, la gente castigaría su ambición desmedida, sin importar lo bien que lo haya hecho.
jueves, 3 de junio de 2010
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