martes, 19 de abril de 2011

PERCEPCIÓN SUBLIMINAL

PERCEPCIÓN SUBLIMINAL
Un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción. Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aun así, percibida inconscientemente.
En la vida cotidiana, a menudo se afirma (sin evidencia) que se emplean técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda.
La primera mención registrada sobre la percepción subliminal es la realizada en los escritos de Demócrito (400 a.C.), que sostuvo que "mucho de lo perceptible no es percibido por nosotros". Platón habló de esta noción en su escrito Timeo.
Aristóteles explicó de modo más detallado los umbrales de la conciencia subliminal en su "Perva Naturalia" hace casi dos mil años, y parece ser el primero en sugerir que los estímulos no percibidos de modo consciente bien podrían afectar los sueños. Hace 2.250 años Aristóteles explicó en su teoría del Sueño:
"Si los impulsos que tienen lugar durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a impulsos altamente despiertos. Pero mientras dormimos tiene lugar lo contrario, entonces los pequeños impulsos parecen grandes. Esto aclara lo que pasa en el sueño. Cuando sólo hay ecos débiles en sus oídos los hombres creen que se trata de algo relampagueante y extraordinario".
Aristóteles anticipó lo que a principios del siglo se conocería como el efecto Poetzle. El filósofo Montaigne se refirió a dicho fenómeno de la percepción subliminal en 1580. En 1968 Leibniz también propuso la noción que dice:
"Existen innumerables percepciones prácticamente inadvertidas, que no son distinguidas lo suficiente como para percibirlas o recordarlas, pero que se vuelven obvias a través de ciertas consecuencias".
Durante la última parte del siglo XIX y principios del XX, Freud investigó nuevos conceptos y teorías sobre el subconsciente y el inconsciente. La teoría del sueño de Freud creó una base sobre la que el doctor O. Poetzle hizo uno de los primeros descubrimientos científicamente importantes sobre la percepción subliminal. Freud dijo que los sueños tienen tres características principales:
• Protegen el dormir al convertir el material potencialmente perturbador en imágenes propias del soñar;
• Representan la realización del deseo;
• Los estímulos del sueño son transformados de manera simbólica antes de surgir en el sueño, sobre todo aquellos estímulos que amenazan al individuo.
Poetzle descubrió que un estímulo o una información captada conscientemente por una persona no aparece en los sueños subsecuentes. Cuando estudiaba las reacciones a figuras plasmadas o escondidas en pinturas descubrió que el contenido del sueño en apariencia era trazado por los estímulos percibidos a un nivel inconsciente anterior al sueño. El científico formuló su Ley de exclusión alrededor de la observación de que los seres humanos excluyen de sus sueños los datos percibidos de manera consciente. Concluyó diciendo que el contenido de los sueños estaba compuesto en esencia de información percibida subliminalmente. Poetzle reflexionó sobre que el concepto de transformación de Freud, la tercera característica del sueño, era en esencia una modificación de material percibido de modo subliminal. Este fenómeno de transformación fue descrito más tarde como la defensa de la percepción, mecanismo mediante el cual el individuo se protege a sí mismo de la información que podría ser poco placentera, potencialmente dañina o que produjera consecuencias de ansiedad. La información amenazadora depositada en el inconsciente debe ser enterrada o transformada en algo relativamente inofensivo antes de ser admitido en la conciencia. El análisis del sueño durante la psicoterapia se basa en la interpretación del estado transformado de manera lenta y cuidadosa para que el paciente pueda aprender a vivir con comodidad cuando surgen del inconsciente los recuerdos penosos.
Los discípulos de Poetzle teorizaron que los ojos hacen cerca de 100.000 fijaciones diariamente. Sólo una pequeña parte de estas fijaciones se experimenta de modo consciente. De alguna manera el contenido percibido subliminalmente es aislado y transformado para su reproducción posterior en los sueños. El descubrimiento sugiere que los estímulos inducidos de modo subliminal actúan con un efecto de reacción retardada de "alarma de reloj" o "bomba de tiempo" sobre el comportamiento.
En 1919 Poetzle estableció una relación entre los estímulos subliminales, la sugestión poshipnótica y la neurosis compulsiva. Un individuo realiza los actos que se le han indicado o programado que haga sin ningún conocimiento de por qué está haciendo dichas cosas.
El estudio de la percepción subliminal volvió a llamar la atención del público a finales de la década de 1950. Los científicos que estudiaban el comportamiento habían experimentado con las teorías de Poetzle durante treinta años.
En 1957, James Vicary, investigador del mercado norteamericano, demostró el taquistoscopio, máquina que sirve para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecía un fotograma (En el cine se muestran 24 por segundo) con el siguiente mensaje: "Tienes hambre, come palomitas. Tienes sed, bebe coca-cola". El resultado fue asombroso: La venta de palomitas se disparó un 70%, mientras que la de la bebida tan sólo un 20%. El escaso aumento de la bebida los llevó a investigar más a fondo descubriendo que en los días del experimento se daban bajas temperaturas. Bajas temperaturas que de todas maneras no fueron suficientes para que un 20% fuera manipulado sin saberlo.
En 1958, después de publicarse el libro de Vance Packard "The Hidden Persuaders", los investigadores de la motivación Ernest Dichter y Louis Cheskin fueron amonestados públicamente debido a sus contribuciones científicas que habían sostenido los intentos de los publicistas por manipular a las personas.
En este tiempo los legisladores y el público fueron sacudidos por las implicaciones encerradas en la percepción subliminal o subauditiva. Aunque nunca entró en vigor, se introdujo una ley en seis de las legislaturas estatales y en el Senado de Estados Unidos a fin de prohibir legalmente el uso de técnicas subliminales en los medios de comunicación masiva.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mensaje_subliminal

PERCEPCIÓN EXTRASENSORIAL

Percepción extrasensorial
http://es.wikipedia.org/wiki/Percepci%C3%B3n_extrasensorial
Se llama percepción extrasensorial a la habilidad de adquirir información por medios diferentes a los sentidos conocidos: gusto, vista, tacto, olfato, oído, equilibriocepción y propiocepción. El término implica fuentes de información desconocidas por la ciencia. La percepción extrasensorial se denomina a veces sexto sentido (pues vendría tras los cinco primeros enumerados, que se consideran los cinco sentidos «clásicos»).

Tipos de percepción extrasensorial
• Percepción de sucesos que ocurren en otros lugares (clarividencia, clariaudiencia, etcétera) y en otros momentos (precognición, retrocognición, segunda vista).
• Percepción de aspectos sobre personas que otros normalmente no perciben (lectura del aura).
• La habilidad de recibir comunicaciones y comunicarse con gente que se encuentra en lugares lejanos (telepatía), más allá de la muerte (médiums, séances, experiencias extracorpóreas) o en otras dimensiones (proyección astral).
El estudio de estas habilidades, llamado parapsicología, investiga también otros supuestos fenómenos de naturaleza similar como la psicometría y la psicoquinesis, asociados con frecuencia con la percepción extrasensorial.
Se llama psíquico a la persona que dice ser capaz de usar la percepción extrasensorial u otros de poderes psíquicos.
Historia de la percepción extrasensorial
La noción de la percepción extrasensorial existe de la antigüedad. En muchas culturas antiguas se atribuía tales poderes a personas que los usaban como segunda vista o para comunicarse con deidades, antepasados, espíritus, etcétera.
Percepción extrasensorial e hipnosis
Cuando Franz Anton Mesmer y Grigori Rasputín popularizaron la hipnosis por primera vez, apareció la leyenda de que una persona hipnotizada era capaz de experimentar capacidades extrasensoriales. Carl Sargent, un profesor de psicología de la Universidad de Cambridge, supo de las primeras afirmaciones que relacionaban la hipnosis con la percepción extrasensorial y diseñó un experimento para comprobar si eran dignas de crédito. Reclutó a 40 estudiantes universitarios, ninguno de los cuales se jactaba de poseer habilidades extrasensoriales, y los dividió en dos grupos, uno que sería hipnotizado antes de someterse a pruebas con un mazo de cartas Zener y un grupo de control que sería sometido a pruebas con las mismas cartas. Los sujetos de control promediaron una marca de 5 sobre 25, exactamente de acuerdo a lo que la probabilidad indica. Los sujetos que fueron hipnotizados promediaron más del doble, con un puntaje de 11,9 sobre 25.[cita requerida] La interpretación de Sargent sobre este experimento fue que la percepción extrasensorial se asocia con un estado mental relajado y un nivel de conciencia más liberado. Los escépticos creen que los experimentos de Sargent carecían de los controles adecuados.
Joseph Banks Rhine
En los años 1930, en la Universidad Duke de Carolina del Norte, Joseph Banks Rhine y su esposa Louisa intentaron transformar la investigación psíquica en una ciencia experimental. Para evitar las connotaciones fantasmagóricas y espiritistas, la rebautizaron «parapsicología». Mientras Louisa el Rin se centró en recoger relatos de casos espontáneos, J. B. Rhine trabajó principalmente en el laboratorio, definiendo cuidadosamente términos tales como «percepción extrasensorial» y «psíquico», y diseñando experimentos para probarlos. Se desarrolló un sistema simple de cartas, llamadas cartas Zener (por su diseñador). Estas cartas llevan los símbolos del cuadrado (□), círculo (○), estrella (☆), cruz (+) y líneas onduladas (⌇⌇⌇), agrupando cinco cartas de cada palo en un mazo de 25.
Rhine usó a personas normales como sujetos y concluyó que, en promedio, tenían tasas de acierto significativamente superiores a la esperada por puro azar. Más tarde usó dados para poner a prueba la telequinesia y también concluyó que se obtenía tasas de acierto mejores a la del azar puro.
El polémico libro de 1940 de Rhine, Extrasensory Perception After Sixty Years, llevó a otros a criticar sus métodos e intentar repetir sus resultados. La mayoría falló, incluyendo el matemático londinense Samuel Soal, quien lo intentó durante cinco años sin éxito. Finalmente reanalizó muchos de sus resultados y halló que aparentemente un sujeto estaba realizando precognición. A principios de los años 1950, más pruebas sobre este tema, bajo condiciones rigurosamente controladas, dieron resultados estadísticamente significativos, convenciendo a mucha gente de que Rhine tenía razón. Las acusaciones y reconvenciones fueron frecuentes hasta que, en 1978, se probó finalmente que Soal había hecho trampa y los resultados carecían de valor.[cita requerida]. Sin embargo, mucha gente ha sido convencida por estos resultados durante casi 30 años.
Otros parapsicólogos hallaron que algunos sujetos fallaban por debajo del resultado puramente aleatorios («fallo psíquico»); que las tasas de acierto tendían a declinar durante la prueba («efecto de declive») y que la gente que creía en la percepción extrasensorial, llamadas «ovejas», lograban mejores tasas de acierto que los que no creían en ella (llamado «cabras»), lo que se conoció como «efecto oveja-cabra».[cita requerida]. Sin embargo, ninguno de estos efectos resultaron ser fácilmente reproducibles. En los últimos años los parapsicólogos han recurrido a otros métodos, notablemente las pruebas de respuesta libre.
Debate sobre la existencia de la percepción extrasensorial
Partidarios de la existencia de la percepción extrasensorial señalan los numerosos estudios científicos que parecen ofrecer evidencias de la existencia del fenómeno: el trabajo de J. B. Rhine, Russell Targ, Harold E. Puthoff y los físicos de SRI internacional en los años 1970 son citados a menudo en las discusiones que dicha existencia. Sin embargo, libros tales como The Truth About Uri Geller (‘La verdad sobre Uri Geller’) de James Randi, que examina las afirmaciones del citado psíquico, sostienen que estos estudios no fueron realizados con controles científicos apropiados, y que cuando supuestos psíquicos como Geller son puestos a pruebas bajo tales controles, no muestran la capacidad de obtener resultados mejores que los imputables al azar. Sin embargo, las credenciales de James Randi como observador científico desinteresado han sido puestas en cuestión.[cita requerida].
El estudio de la percepción extrasensorial sufre una gran carencia de escépticos que sean tanto emocionalmente desinteresados como poseedores de las credenciales adecuadas para evaluar los resultados. Dicho espíritu crítico es extremadamente valioso en cualquier campo científico, porque permite que los experimentos sean refinados hasta el punto en que la evidencia llega a ser irresistible. Uno de los pocos escépticos considerado imparcial y capacitado por parapsicólogos y escépticos es Ray Hyman.[cita requerida].
En general, algunos estudios sobre percepción extrasensorial no han logrado hallar evidencia alguna de la existencia del fenómeno, y unos pocos de ellos que han producido la evidencia aparente de su existencia son inválidos por fraude o defectos metodológicos. Sin embargo, los métodos de laboratorio para probar la percepción extrasensorial han sido objeto de redondas series de críticas, después de lo cual los parapsicólogos mejoraron sus métodos de prueba. Muchas de estas mejoras fueron dirigidas a prevenir que los sujetos a estudio pudieran engañar u obtener consciente o inconscientemente información que pudiera sesgar los resultados de los estudios. Sin embargo, en contra de la predicción de los escépticos, los estudios sobre percepción extrasensorial han seguido produciendo resultados estadísticamente significativos, a pesar de las mejoras en la metodología. Así, estos últimos años incluso muchos escépticos de la parapsicología han tenido que admitir que estos fenómenos merecen mejor financiación e investigaciones adicionales []. Pero muchos investigadores de la percepción extrasensorial afirman que es un tema tabú en la comunidad científica y materialista/racionalista, lo que resulta en barreras sociológicas más que científicas a la investigación, y en la negación de la financiación de más estudios y desarrollo teórico

Dificultad de prueba
Se ha sugerido, ante la carencia de resultados positivos y reproducibles, que la percepción extrasensorial puede tener un efecto sutil más que abierto, y que la capacidad de percibir puede verse alterada por la naturaleza del acontecimiento que se percibe. Por ejemplo, algunos defensores de la percepción extrasensorial afirman que predecir si un ser querido acaba de sufrir un accidente de coche podría tener un efecto más fuerte que detectar cuál es la carta que acaba de sacarse de un mazo, a pesar de que lo segundo sea más adecuado para los estudios científicos en laboratorio.
Partidarios de la percepción extrasensorial como el biólogo Rupert Sheldrake señalan casos que implican a sujetos conocidos entre sí que creen que indican una demostración positiva de las capacidades de percepción extrasensorial.[1] Los críticos responden a las afirmaciones de Sheldrake arguyendo que tienen fallos metodológicos y carecen de controles adecuados tales como suficiente aleatoriedad, revisión doble, y que por tanto no son científico fiables. Sheldrake ha respondido a muchas críticas. Por ejemplo, explica que ha intentado incontables técnicas de aleatorización, empleando a menudo los métodos sugeridos por los críticos, pero que a pesar de ello ha obtendio resultados consistentemente mejores que la media aleatoria. Las respuestas a 14 de sus críticos aparecen en el Journal of Consciousness Studies (vol. 12 nº 6, 2005).
No hay estándares consistentes y aceptados para poner a prueba las capacidades de percepción extrasensorial, de la forma en la que, por ejemplo, puede comprobarse una corriente eléctrica o la composición química de una sustancia. A menudo, cuando los autoproclamados psíquicos son desafiados por escépticos y no son capaces de demostrar sus supuestos poderes, dan todo tipo de excusas sobre su fracaso, como por ejemplo que el escéptico está afectando al experimento con «energía negativa». La naturaleza no empírica de estas respuestas, así como la frecuente existencia de charlatanes dentro de los círculos psíquicos y de percepción extrasensorial,1 es una razón por la que científicos y materialistas concluyen que la existencia de estos fenómenos no se puede establecerse científico por otra cosa que no sean evidencias estadísticamente fuertes de estudios correctamente controlados en laboratorio.
La principal discusión actual sobre la percepción extrasensorial gira en torno a si tales pruebas de laboratorio estadísticamente convincentes se han logrado ya. Algunos disputan la interpretación positiva de los resultados obtenidos en estudios científicos sobre percepción extrasensorial, pues los resultados más convincentes y reproducibles son todos estadísticamente pequeños o moderados[cita requerida]. Los críticos de la percepción extrasensorial arguyen que los resultados son demasiado pequeños para ser significativos, mientras que los defensores afirman que los resultados globales de los numerosos estudios muestran una tendencia consistente y altamente significativa. Aunque la importancia estadística combinada de un meta-análisis de estudios sobre percepción extrasensorial es grande y se considera prueba suficiente por parte de los defensores, no incluye un número desconocido de resultados inéditos no significativos. Algunos escépticos señalan a este problema de «cajón de archivo» como razón suficiente para dudar de la importancia de los meta-análisis. Sin embargo, como detalla Dean Radin en su libro The Conscious Universe, hay formas de control para este problema y los meta-análisis que lo hacen siguen mostrando resultados positivos de alta importancia estadística. Algunos han argumentado que el enorme número de ensayos que debe ser realizado para obtener resultados estadísticamente significativos constituye un problema para verificar la legitimidad de las afirmaciones de percepción extrasensorial. Sin embargo otras áreas de la ciencia, tales como el campo médico, confían fuertemente en este método de recolección de datos. Por ejemplo, los resultados estadísticos del efecto positivo de la aspirina sobre el corazón son menores que muchos resultados sobre percepción extrasensorial, a pesar de lo cual su existencia se considera bien fundada.
Críticas generales
Las afirmaciones sobre la existencia de la percepción extrasensorial han estado sujetas a repetidas críticas de los científicos mayoritarios, creyendo la mayoría de la comunidad científica que la percepción extrasensorial no es real debido a que viola las leyes físicas conocidas. La mayoría de las críticas sobre los experimentos de laboratorio sobre la percepción extrasensorial se basan en dos motivos principales: primero, que los estudios que han mostrado evidencia a favor suelen o bien ser anecdóticos o bien estar plagados de fallos metodológicos que habrían permitido hacer trampas, y segundo, que el resultado de los estudios que carecen de fallos no muestran evidencia alguna de la existencia del fenómeno.
A veces los experimentos sobre percepción extrasensorial se reproducen tendenciosamente en los medios de comunicación populares. Un ejemplo de este caso es el de un perro en Inglaterra llamado Jaytee, cuyos dueños afirmaban que tenía la habilidad de sentir cuándo uno de ellos estaba a punto de irse o de llegar a casa (lo que supuestamente mostraba corriendo hasta el porche en esos momentos). Rupert Sheldrake realizó extensas pruebas sobre el perro y proclamó que éstas demostraban que el perro tenía tal habilidad extrasensorial. Dos científicos de la Universidad de Hertfordshire, Richard Wiseman y Matthew Smith, examinaron al perro bajo condiciones científicas controladas y hallaron que el perro no poseía dicha habilidad: después de varios experimentos, el perro no mostró habilidad extrasensorial.
El psicólogo social David Myers afirma que «nunca se ha descubierto un fenómeno extrasensorial reproducible, ni nadie ha producido alguno que sea capaz de demostrar la habilidad psíquica.»
El desafío Randi
James Randi forjó su nombre y fortuna como mago y en 1996 creó la Fundación Educacional James Randi para explorar el fenómeno paranormal y educar al público sobre este tema. La fundación hizo una oferta de 1 millón de dólares como premio a cualquiera que pueda demostrar una habilidad extrasensorial o algún fenómeno paranormal.
Randi ha establecido que ambas partes (él mismo y quien acepta el desafío) deben acordar previamente qué resultados de la prueba constituyen un «éxito» y cuáles un «fracaso». La ambigüedad y la indefinición de los aspirantes es tal que hasta ahora no han llegado a hacerse pruebas formales, por lo que el desafío sigue en pie.
Algunos escépticos suelen señalar que el que nadie haya logrado aún ganar el desafío es una prueba de que la percepción extrasensorial simplemente no existe.
El reto zetético
El laboratorio zetético de la Universidad de Niza Sophia-Antipolis (Francia) llevó a cabo una investigación sobre el fenómeno paranormal. Entre 1987 y 2002 organizó un Reto Internacional Zetético con la intención de probar o refutar la existencia de, o la demostración de eventos relacionados a, lo paranormal. Consistía en un premio de 200.000 euros ofrecido a «cualquier persona que pueda probar cualquier fenómeno paranormal».
Aun cuando han existido algunos intentos de obtener el premio, y se han realizado algunos experimentos, este premio no ha sido otorgado aún. Al igual que con el desafío de Randi, los escépticos concluyen que esto demuestra la inexistencia de los fenómenos paranormales, incluida la percepción extrasensorial.
Organizaciones independientes de investigación
El Instituto de Ciencias Noéticas (Institute of Noetic Sciences, IONS) fue fundado en 1973 por el astronauta Edgar Mitchell para explorar las fronteras de la conciencia a través de la investigación científica.
El programa de Investigación de Ingeniería de Anomalías de Princeton (Princeton Engineering Anomalies Research, PEAR) fue establecido en la Universidad de Princeton en 1979 por Robert G. Jahn, entonces rector de la Facultad de Ingeniería de Ciencias Aplicadas.
1. ↑ www.rickross.com
Bibliografía
• «Psychic dog phenomenon brought back down to earth», BBC News. Accedido el 9 de diciembre de 2004.
• Myers, David G. Psychology. Accedido el 9 de diciembre de 2004.